Método aiFile: ¿Cómo aplicamos los 12 principios de AGILE?
Como ya habréis podido ver en anteriores publicaciones, en aiFile potenciamos el método AGILE. Esto es porque aúna una serie de características beneficiosas en cuanto a la gestión y organización de las empresas. Sin embargo, te preguntarás cómo introducimos los 12 principios de esta metodología en aiFile. ¡Te lo contamos!
Anteriormente, nuestra manera de trabajar nos llevaba a desarrollar aplicaciones de software a partir de los objetivos que marcábamos al iniciar el proyecto de cada cliente. ¿Cuál era nuestra sorpresa? Al entregar la aplicación terminada, tras meses de trabajo, el resultado no era el que el cliente esperaba. Esto suponía decepción por ambas partes y pérdida de confianza.
En este punto, decidimos incorporar la metodología AGILE ya que nos aprovechábamos de su flexibilidad y nos aportaba resultados positivos y expectativas esperadas.
Una vez comprobados los resultados obtenidos, decidimos cambiar nuestro foco y empezar a aplicar los 12 principios de este manifiesto. A partir de ese momento, ¡todo cambió!
¡Así integramos la metodología Agile en aiFile!
En primer lugar, decidimos involucrar al cliente como parte activa del proyecto. Es decir, pasaba a ser un integrante más de nuestro equipo, encargándose de establecer los requisitos y modificarlos a medida que avanzábamos en el proyecto.
Os preguntaréis… ¿Por qué quería cambiar los requisitos? ¡Muy fácil! Esto es porque diseñamos la aplicación en bloques y las entregamos según se va completando. De esta manera, el cliente puede revisar el proyecto desde el principio, siendo consciente en todo momento de cómo se va desarrollando. Así, también entiende que, para obtener el producto final, toda casa debe empezar a construirse desde los cimientos, y hay potencialidades que se ven solo cuando se empieza a construir.
Una clave del éxito final es la capacidad de entender las necesidades del cliente y proponerle ideas sobre cómo poder ayudarle con la aplicación que estamos desarrollando. Para ello nos apoyamos en los “principios agile”, que potencian la comunicación tanto entre los miembros de nuestro equipo, como con el cliente.
Nuestros equipos son capaces de autogestionarse y apostamos por un trato cercano y cara a cara, manteniendo reuniones diarias con los miembros del equipo. En ellas comentamos los avances de cada proyecto.
Al principio de la semana planificamos las tareas a realizar. Al finalizarla realizamos un seguimiento de los éxitos alcanzados y del aprendizaje adquirido en la consecución del trabajo. Periódicamente tenemos reuniones con los clientes para mostrarles cómo avanza su aplicación y recibir su punto de vista. De esta forma, adaptamos los cambios necesarios y medimos el avance del proceso.
Motivación y excelencia como forma de trabajo
El esfuerzo por mantener una comunicación abierta y sincera conlleva a la motivación de los integrantes del equipo. Consecutivamente, conlleva a establecer una relación de confianza con los clientes.
La excelencia técnica de nuestros desarrolladores nos permite obtener diseños de calidad y dejar la puerta abierta a futuras mejoras, una vez entregada la aplicación al cliente. Esto es porque la lógica empleada permite seguir construyendo y añadiendo nuevas funcionalidades a la aplicación final.
Tal y como habéis podido deducir tras leer este artículo, en todo momento buscamos la satisfacción del cliente. Ese es nuestro éxito, que cuando utilice la aplicación que hemos desarrollado para él la encuentre totalmente funcional y sencilla. De esta manera, facilitará su trabajo y le permitirá desarrollar nuevas ideas que se pueden añadir como actualizaciones futuras. ¿Qué conseguimos? Que nuestro producto sea sostenible y promueva la satisfacción del cliente a corto, medio y largo plazo.
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